miércoles, 15 de septiembre de 2010

The Homeless Body


Desde la década de los 40`s se acentuaron problemas sociales entre ellos la indigencia. En la Ciudad de México existen aproximadamente 18 mil indigentes. Los cuales me gustaría dividir en aquellos que caen en esta situación a partir de problemas de demencia y aquellos que llegan por problemas de pobreza extrema. Entre esta división se contemplan  a mujeres y hombres de diversas edades y que son afectados por los diversos “vicios de la calle”.
Aquellos habitantes de la ciudad que se refugian en la calle suelen ser vistos como los residuos sociales. Es un problema que el sistema quiere erradicar y al mismo tiempo es el principal detonante.
 En México DF las zonas con más indigentes, “sin techo”,  se ubican bajo los puentes de Tlalpan, cerca de División del Norte, Churubusco, Periférico, construcciones abandonadas, edificios a punto de derrumbarse, las alcantarillas y respiraderos del Metro, Balderas, la Merced, nichos subterráneos de Teléfonos de México o de la Comisión de Electricidad, o pasos a desnivel.
Existen organizaciones encargadas de lidiar con este problema cada una tiene su modo de acción, algunas de estas asociaciones son:
IASIS “En frio invierno, calor humano”. Brinda cobijas, chamarras, servicios de higiene, vacunas a personas de bajos recursos.
Es necesario convencer a las personas.

Misión Negra Hipólita
Recoge solo a 10 personas, es una organización religiosa. Muchos de los que allí entran vuelven a la calle
Albergue de Coruña
En su mayoría son hombres mayores de 50 años, suelen recoger ala gente en la noche, pero no son continuos en pasar
Plaza del Estudiante
Ofrece a los indigentes atención medica, psicológica, alimentación, vestido, aseo personal, etc.


Hace tiempo realice una investigación referente a los indigentes y las medidas que el gobierno había implementado para disminuir la cantidad de estos infortunados. Uno de los programas se llamaba “Limpieza Social” (también llevada acabo por Guatemala) y en su parte oscura consistía en pasar con camionetas por las calles en la noche y subir a todos aquellos “sin techo” que se encontrasen, muchos vecinos de las zonas que se percataron de eso me informaron que muchos de esos indigentes ya no regresaban ni se volvía a saber de ellos. Esta medida orillo a los niños a pagar su estancia en las noches en hoteles, moteles, donde también pasaban por abusos monetarios. Este tipo de acciones, se alega, van en contra de los Derechos Humanos,  privan de la libertad a los niños sin siquiera saber si estos tenían familia.
La mayoría de los indigentes prefieren estar en la calle, porque las condiciones a las que son sometidos en los albergues les parecen indignantes, deben compartir duchas, cobijas, y la mayoría de albergues no son constantes, algunos solo abren por temporadas o los servicios no alcanzan para todos.

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