domingo, 12 de septiembre de 2010

The right to the city

David Harvey

El hombre ha creado un mundo, la ciudad, en la cual esta condenado a vivir, ¿como vivirá su condena? Es la pregunta que a mi me surge a partir de esta lectura, y para responderla hay que ver como se ha planteado la resolución de necesidades básicas con las que diariamente tiene que lidiar, necesidades sociales, sanitarias, estilo de vida, transporte, etc. Resolviendo los conflictos de la ciudad, el hombre cambia su vida.

Es fácil ver a diario peleas en el metro de la Ciudad de México, peleas entre los pasajeros, entre los pasajeros y las autoridades, etc. Discusiones que se trasladan hasta el ámbito familiar en infinidad de formas, desde discusiones entre los miembros (intrafamiliares) hasta enfermedades padecidas por el agobiante devenir de la vida diaria en el transporte colectivo (stress), ¿Cómo podríamos evitar que estas situaciones se traspasen al ámbito privado?. Quizá si las políticas de transporte contemplasen la sobrepoblación que vive la ciudad podrían crear medidas que hicieran del metro un servicio más eficiente. Aligerando así las tenciones entre los pasajeros. He aquí un ejemplo de cómo al cambiar la ciudad se esta cambiando la vida de los miembros de esta.

Cada Estado integra a su gobierno políticas que impulsaran su desarrollo y crecimiento. En la actualidad, la mayoría de los Estados han hecho suyos el capitalismo, sumergiendo a las sociedades en un consumismo, donde las políticas estatales se muestran serviciales a la apertura de economías extranjeras, arreglan sus políticas para que estas se muevan cómodamente en el espacio económico. Este capitalismo arrastra a los hombres a integrarse a la globalización, que trae consigo la necesidad del proceso de urbanización.

Es a partir de este capitalismo que se disocia la sociedad, aquellos dueños de los medios de producción se aíslan en un “barrio de ricos”, un ejemplo de esto es la zona de la Condesa, la Roma en Ciudad de México, etc. Lugares donde concurren una diversidad de personas que comparten como característica ingresos elevados, un cierto nivel de educación, etc. Y por el lado contrario tenemos a los trabajadores que se ubican en zonas según su nivel de ingresos, formando así barrios de clase media baja y los suburbios marginales, creados por todas aquellas personas que creyeron y confiaron en la urbanización como un medio para tener una calidad de vida mejor, y terminaron siendo un residuo social.

Como bien se dice México es un país de desigualdades y es esta a mí ver la crisis por la que pasa la urbanización, y cuya solución no se ha asentado por la debilidad de los movimientos sociales, por la falta de organización de la comunidad. Es necesario que los ciudadanos inicien un dialogo donde se exijan la destrucción de barreras económicas. Es necesario que exijan al Estado a través del poder de la democratización, nuevas formas de urbanización que erradiquen la polarización de la sociedad.

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