martes, 9 de noviembre de 2010

City of God







Ciudad de Dios es una zona donde la ley es un recuerdo, es el espacio de la comunidad pero que limita su existencia. Ciudad de Dios es un espacio que de tan violento que es ya no parece ser real. Ciudad de Dios, al igual que cualquier ser viviente, tiene una vida que va en desarrollo a través del tiempo.  Pero al igual que los pequeños a los que no les ponen atención, Ciudad de Dios empezó a autodestruirse. A moverse a partir de intereses económicos, donde la actividad principal es el narcomenudeo. Y donde los más violentos son los que tienen la oportunidad de luchar.  Para Diken,  Ciudad de Dios vive tres procesos, como ya vimos en el primero se define cual será la actividad que moverá el barrio. En la segunda etapa, a como yo lo veo,  es donde  se definen los actores o jugadores que pasaran a ser lo lideres de la actividad económica del lugar,  y por ultimo la tercera etapa es cuando se implantan las leyes, frágiles leyes que nadie sigue pero que al ser quebrantadas merecen como pena desde la tortura hasta la muerte. En Ciudad de Dios no importa la edad, lo que importa es cuanto puedes vivir sin entrar al negocio y cuanto necesitas hacer para sobrevivir en el negocio. 
Existen en el mundo miles de Ciudades de Dios (Brasil, Jamaica, Colombia, etc.) Pero me interesa un caso cercano que ahora solo ocupa algunas secciones,  pero no sabemos hasta donde se pueda extender. El caso es en la Delegación Gustavo A. Madero, entre la  sección 7 del Pueblo San Juan de Aragón y  Casas Alemán, desde Loreto Favela, cerca de un templo mormón. La mayoría de los que allí viven son adictos, secuestradores, ladrones, pocos son los honrados. Es una especie de ghetto, que por causas de ser un callejón no pasan patrullas. En la puerta del callejón siempre hay por lo menos 10 personas que si no te conocen no te dejan pasar, y si se logra pasar es bajo su propio riesgo (exclusión de los que no son del barrio). Pero para la comunidad es lo más normal, esta más que acostumbrados a ese tipo de violencia.




San Juan empezó siendo un pueblo tranquilo pero nadie se explica exactamente como ni cuando pero al igual que en muchos lugares, la droga empezó a transitar por la colonia (primera etapa). En San Juan es muy conocido el “Kokol”  (segunda etapa)  un hombre que siempre anda armado pero nunca nadie le dice nada. Es el que organiza y mueve la droga. El “Kokol”  mando construir una lujosa capilla de la Santa Muerte en la colonia. Además de que genera miedo en las personas, estas se puede decir que hasta cierto punto le quieren y le agradecen porque mando construir un parque con juegos y más (quienes querrán ir a jugar sabiendo que esta lleno de delincuentes). Esta parte me recuerda 2 momento de la película Ciudad de Dios, cuando “Zé pequeño” va con el ocultista (El Kokol mando ha hacer una capilla a la Santa muerte) y cuando  impuso como ley que nadie robaría dentro de la favela (tercera etapa).
Cuando entro el PAN a la presidencia logro erradicar a varios de los narcotraficantes, pero en una acción corrupta solo fue para dejarle el camino libre al “Kokol”. Un habitante de la zona menciona que cada semana se llevaban al menos a 20 delincuentes: “se llevan a 20 cabrones o a toda la familia porque hasta las doñas andaba”. En San Juan de Aragón los miembros de las pandillas van desde las amas de casa hasta los jovencillos de menores de edad, los más grandes sólo pasan a cobrar lo ganado.  Cada semana hay tiroteos o peleas entre las familias por defender a sus miembros, que en ocasiones (la mayoría de ellas) están inmersos en las pandillas.
San Juan de Aragón es una zona de peligro, donde el Estado es un ente fantasma y las leyes constitucionales son un simple recuerdo, no hay instituciones, solo hay la promesa de un caudillo-delincuente,  lo que domina es la que voluntad del más fuerte, del  más influyente, San Juan es una zona que esta allí todos lo saben pero aun así  nadie dice nada. Las autoridades, sólo intervienen cuando quieren aparentar lucha contra la inseguridad pero aun sigue habiendo comercio de drogas todos saben quienes, en que  casas, a que hora, a quienes  venden, pero nadie quiere ni puede decir nada.

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