domingo, 7 de noviembre de 2010

Fortress LA

La idea de seguridad a la fecha se ha confundido con la necesidad extrema de mantener separada a la población “decente” de la “no decente”.  Es lo que conocemos como segregación social. Cuando hablamos de estratificación social nos referimos a la disposición, división o diferenciación de los elementos y grupos sociales en capas, que se hallan en los distintos planos jerárquicos.

 
Talcott Parsons define este término como “la clasificación diferencial de los individuos que componen un sistema social dado y su clasificación de superiores o inferiores los unos en relación con los otros”. En este contexto corroboramos  lo establecido por Aristóteles “en todo los Estados hay tres elementos: una clase muy rica, otra muy pobre y una tercera que se encuentra entre las dos”.  En los países latinoamericanos ahora solo existen dos clases sociales: una muy, muy rica y otra lo bastante pobre para morirse de hambre y miseria.
Mike Davis señala el caso de Los Ángeles, California, EEUU. Donde el exceso de seguridad esta siendo generado por la necesidad de separar a las cases más pobres de las más ricas. Se han cerrado los espacios donde estas clases pueden interactuar. La Ciudad de México no es en extremo una ciudad polarizada. Pero es un caso similar al de Davis. Ya que del oeste hacia el este existen grandes desniveles con respecto a los ingresos y  al valor de la vivienda; y por tanto una preferencia espacial de las clases altas por las zonas del centro y del oeste de la ciudad, mientras que en la zona este prácticamente no viven clases altas o medias. Sin embargo los resultados empíricos muestran claramente: a) que si bien la clase alta se encuentra concentrada en algunas pocas colonias, estas se encuentran distribuidas en muchas delegaciones y municipios del centro, noroeste, oeste, sudoeste y sur de la ciudad, b) que los pobres se encuentran dispersos por toda la ciudad.   El Gobierno del Distrito Federal reconoció que 54 por ciento de los capitalinos viven en pobreza, pese a los programas sociales que se han puesto en marcha. En la delegación Iztapalapa se concentra una cuarta parte de la población que vive en pobreza en la Ciudad de México. Iztapalapa tiene el 25 por ciento de los pobres del DF; las mayores carencia de agua; el mayor territorio con irregularidad jurídica; la menor cantidad de vialidades primarias, con un millón 820 mil habitantes en 2005, Iztapalapa tiene el lugar número 13 en el índice de Desarrollo Humano de las 16 delegaciones, y el lugar 14 en el índice de desarrollo relativo al género. Por otro lado en la misma Iztapalapa, existen zonas como: Sinatel, Unidad Modelo, Colonial Iztapalapa. Esta delegación es muy contrastante: existen zonas residenciales, unidades habitacionales, colonias populares (la mayor parte de la delegación entra en esta categoría), y zonas de invasión. Sin dejar atrás los 8 barrios tradicionales que componen el centro de Iztapalapa.
Iztapalapa se divide en tres zonas la zona pobre esta en “Cerro de la estrella”, la zona media es “Leyes de reforma” de la primera a la tercera sección. Y la zona alta “La progresista” (llena de privadas y edificios). Las colonias como “La progresista” en Iztapalapa son zonas que se encuentran altamente vigiladas, por un lado por seguridad privada y por el otro por constantes visitas de la policía municipal. La delegación de Iztapalapa, con el 1.8% de la población del país, participa con el 1.8% de los delitos oficiales; y con respecto del Distrito Federal, la delegación con casi el 21% de la población del D. F. participa con el 13.8% de los delitos oficiales  del propio D. F. 138 de cada mil delitos conocidos por las autoridades, se cometen en la delegación de Iztapalapa.
Mientras en zonas como “Cerro de la Estrella” las personas viven en pobreza extrema, sufren por la necesidad de agua y construyen sus casas en zonas determinadas como de alto riesgo por deslave, en la parte de "la providencia"  las casas cuestan más de 3 millones de pesos.
Encuestas realizadas dicen que los sectores privilegiados pueden vivir rodeados de pobres, y encontrarse con ellos con cierta frecuencia; sin embargo, la Encuesta Nacional sobre Discriminación realizada en México en el año 2005 nos dice que el 60% de los encuestados reconoce sentir temor de acercarse a los pobres únicamente por su aspecto. Encuentros entre "otros desiguales" sí, pero teñidos por el miedo, la desconfianza, y seguramente el rechazo.
A mi ver la solución no debería ser la sobre vigilancia aislante de los sectores ricos sino una moderada vigilancia a los sectores más violentos. Lo que llevaría a evitar la segregación de la población.

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