martes, 9 de noviembre de 2010

Urban Violence and insegurity



El concepto de violencia tiene  se refiere al uso de la fuerza extrema. Sin embargo, la definición adoptada para entenderla como problema de salud pública se refiere al “uso o amenaza del uso de la fuerza física con la intención de hacer daño a otro o hacerse daño”.  Afines del siglo XX la violencia fue la primera causa de muerte en América  Latina entre las personas de 15 y 44 años de edad (Organización Mundial de la Salud 1999). Un rasgo muy significativo de la nueva violencia urbana es que ocurre primordialmente entre los pobres de las grandes ciudades. La clase media y los sectores adinerados ven a los pobres como una amenaza, y se sienten a sí mismos como las víctimas de las agresiones y delitos. Pero esto es sólo parcialmente cierto.
Por supuesto que la clase media sufre la delincuencia; sin embargo, quienes verdaderamente
padecen la violencia, y en particular la violencia más intensa o letal,  son los pobres mismos, víctimas y victimarios en este proceso. Es una violencia de pobres contra pobres. Es un círculo vicioso donde la pobreza lleva a la delincuencia y la delincuencia se desarrolla (y reproduce)  entre los pobres. Lo que tiene de singular la violencia de América Latina, como también de Estados Unidos de América y del mundo,   no se trata de que la gente pelea más, sino que se mata más.
Según cifras de la Organización Mundial de la Salud, el 63% de los homicidios que ocurren en el mundo son ocasionados por armas de fuego, pero en América Latina, supera el 80%, y en algunos países como
Venezuela es mayor del 90%. El arma tiene, además de su función utilitaria, una función simbólica importante.
Con una incidencia de 24 mil 878 delitos por cada cien mil habitantes, la zona metropolitana del valle de México se convirtió ya en la cuarta concentración urbana más insegura del mundo, además de su alarmante grado de violencia, pues ocho de cada diez robos se cometen a mano armada y en tres de cada diez casos los delincuentes hieren a sus víctimas.
Tipos de delincuencia
Delincuencia social
Primero quiero explicar que la integración al medio de la delincuencia es este caso social, se debe al entorno de convivencia, en este entorno la mayoría de los participantes son jóvenes influenciados o no controlados. Por ejemplo en el caso de las pandillas (aquellas que no llegan a formarse como organizaciones criminales) los jóvenes necesitan demostrar su masculinidad y agreden así a las personas encargadas. El arma tiene, además de su función utilitaria, una función simbólica importante.
Representa la masculinidad, el valor y la capacidad de defenderse y demostrar su hombría y su coraje entre los jóvenes.
Por otro lado la delincuencia social se da en la familia tanto de marido a mujer (aunque existe es muy raro el caso contrario) y de padres a hijos. Es importante explicar las razones de este  aunque estas varían por las razones subjetivas de los actores.   La mayoría de las agresiones se debe a: el inextinto machismo, la adicción por parte del agresor de alguna sustancia adictiva, traumas de infancia de los agresores, etc.
Delincuencia económica
Esta se expande desde el robo de autos hasta los carteles o delincuencia organizada (cuando ya se entra a estas organizaciones es difícil escapar). Es toda una producción en serie este tipo de delincuencia, es estructural y funcionalista, cada quien tiene un rango y por tanto una función. Están organizados jerárquicamente y necesitan la participación de varios estratos de la sociedad. Desde el ojo gordo de las autoridades hasta el encubrimiento de la comunidad con miedo.



Delincuencia política
Está es resultado y causante de la corrupción. La estrecha relación de esta delincuencia y la económica se ve a partir de las relaciones sociales de los actores, por ejemplo los tratos ocultos de la mafia y los diputados. O el ojo gordo de las autoridades para pasar por alto los delitos.
En General Distrito Federal
Iztapalapa es la de mayor incidencia delictiva: registró en el primer semestre del año 13 mil 849 denuncias, que equivalen a 15.11% de las 91 mil 649 que se han presentado en toda la ciudad.




Caso “Marranera”
La Marranera es uno de los 20 lugares más peligrosos del Distrito Federal,  se ubica en la CTM Culhuacan (en Coyoacan) La unidad CTM Culhuacán es el conjunto habitacional más grande de la delegación Coyoacán, con 45 mil 563 viviendas, de las cuales 2 mil 450 son de la sección nueve, donde habitan en promedio 12 mil 250 personas. En la unidad hay severos problemas por el número de familias que en ella viven. En el conjunto predomina el "agandalle, la ley del más fuerte", y de esa forma se han privatizado áreas comunes o la misma gente ha extendido sus dominios sin ninguna regulación. Situación grave es la inseguridad, pues los robos de autopartes, transeúntes y vehículos están a la orden del día, por lo que es necesario la regeneración de la unidad habitacional, que apenas tiene 25 años y presenta severo deterioro, indicaron los residentes. Los vecinos se queja de:"Aquí hace falta limpieza, colocación de más luminarias, podas, así como una nueva pintada a los edificios para que luzcan con un aspecto diferente”. Y aceptan que la falta de colectividad hace que el problema sigua y crezca.
Argumentan que la colocación de jaulas, son un mal necesario, sobre todo para mantener a salvo los autos, sin embargo el uso de éstas se ha distorsionado, y algunos vecinos las han convertido en talleres mecánicos, de carpintería y hasta tienditas, y otras están abandonadas.
En algunos casos, los edificios completos han sido ampliados, pero también existen los llamados volados, obras hechas en los pisos de arriba que quedan "al aire", sin soporte, así como balcones. Esto lo justifican a partir de la argumentación de que sus casas son muy pequeñas: "Reconozco que ocupamos parte del área común, pero en mi casa andábamos chocando unos con otros de tan chiquita que es, por eso la hicimos más grande".
La superficie de un departamento es de unos 52 metros cuadrados y el desdoblamiento de las familias ha propiciado un hacinamiento en las viviendas, al grado de que en este reducido espacio viven hasta 10 personas.
Vecinos comentaron que en una ocasión un balcón se vino abajo con todo y familia, pues la construcción no contaba con ningún soporte

En la CTM Culhuacán, Carmen Serdán y Emiliano Zapata el principal problema es el narcomenudeo.  La venta y consumo de droga forman parte de la descomposición social del conjunto urbano, coincidieron sus habitantes. Los vecinos se ven en la necesidad de enrejar parte de sus  jardines  para evitar que los drogadictos se arrinconaran en sus ventanas. "No fue para tomar una área común sino como protección".
En la  Unidad Habitacional CTM-Culhuacán, hay  una invasión de áreas comunes, obras irregulares y hacinamiento que dominan las 10 secciones del conjunto ubicado en la delegación Coyoacán.  Los habitantes de esta unidad (considerada la más grande de América Latina) reconocieron que la falta de cooperación ha provocado la descomposición social.
En más de 20 años que tiene de vida, el asentamiento ha tenido múltiples modificaciones sociales y arquitectónicas. Pero poco a poco la delincuencia comenzó a apoderarse de la zona. Como ya dijimos el  principal delito es el  robo de autopartes y vehículos; de acuerdo con autoridades y vecinos, esto propició montar jaulas en estacionamientos. Los vecinos ven a su alrededor violencia y se quejan de la inseguridad pero no buscan en las autoridades las solución al problema ya que saben también serán castigados por las violaciones de construcción que han realizado.
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